Cuando se dio cuenta se dijo a él mismo que no sabía cómo le pasaba eso.
Aunque lo buscó por internet no encontró la solución.
Con el tiempo se dio cuenta de que eran una especie de lentillas infinitas que no podía quitarse.
Lo intentó como trescientas veces. Probó y probó pero no había manera…
Las lentillas llevaban algo.
Continuará.
Una niña estaba muy tranquila haciendo educación física en su colegio jugando a “la muralla china.” Se lo estaba pasando genial porque ese juego le gustaba mucho.
Cuando de repente sintió un fuerte picotazo y un dolor muy grande en la mano.
¡Le había picado una avispa!
Él se asustó mucho y rápidamente se lo dijo a su profe.
Le dijo que se echara agua fresca para que se le aliviara pero hasta que su madre en casa no le hecho un líquido que olía fatal no se le alivió.
FIN
En mis vacaciones me lo he pasado muy bien.
Hemos ido a Sanlúcar de Barrameda. Hemos ido a una casa alquilada y me lo he pasado muy bien con mis primos.
Nos hemos ido a casa de mi abuela, y también nos hemos ido a Málaga y nos hemos bañado mucho en la piscina y también me lo he pasado muy bien.
FIN
Érase una vez un niño que estaba derrotando muchos monstruos de otoño en un juego.
Llegó a la última pantalla y el monstruo que le tocó era súper difícil de derrotar y tuvo que volver a todos los niveles y recoger los tesoros para poderlo derrotar.
Le lanzó todos los tesoros y el monstruo le lanzaba hojas de fuego que por dentro tenían bombas. Entonces el niño le lanzó tantos tesoros que el monstruo reventó y acabó en él.
FIN
Érase una vez un niño que siempre que iba andando por la calle se le cambiaba los ojos de color.
El estaba sorprendido y pensó y pensó qué sucedía.
Entonces decidió mirarse al espejo y fue cuando se dio cuenta de que sus ojos hacían cosas mágicas diferente al resto de personas …
FIN del cuento
Érase una vez un pueblo en el que vivía un niño listo que estaba jugando con sus amigos al fútbol.
El niño se tropezó y el amigo cogió la figura.
La figura era una linterna y probaron con una cosa grande y se hizo pequeña.
El niño se la llevó a casa y al día siguiente la llevó al colegio y se quedó con la linterna y se lo paso muy bien.
FIN
Érase una vez un niño llamado Bruno que le gustaba explorar.
Un día se fue de camping con sus padres y allí conoció a Javier y se hicieron amigos. Se fueron a jugar con sus palas de juguete y excavaron mucho y encontraron un cofre con monedas de oro.
Fin
Había una vez un árbol que cuando cayó el meteorito que extinguió a los dinosaurios él resistió.
En esa época aunque nadie lo sabía los árboles eran mágicos.
Muchos años después, una familia hacía un picnic justo al lado del árbol mágico.
La niña que era muy curiosa se acercó y vio que algo rosa salió, era polvo mágico, la niña le pidió que le concediera el deseo de ir a Disneyland y el árbol le hizo realidad el deseo.
Allí conoció a las princesas: Vaiana, Rapuncel, Fronzen, Bella y Bestia, Blancanieves, Cenicienta, Ana y Ariel.
Fue el mejor viaje de su vida.
FIN
Este verano he ido a Marruecos a ver a mi familia.
Me lo he pasado muy bien con mis hermanas y con mis primos.
Me he alegrado mucho de verlos.
Lo que más me ha gustado de Marruecos es: la playa, la comida, el ambiente, la vestimenta, la cultura, la decoración y las casas.
Me lo he pasado genial
Fin
Érase una vez una niña que se llamaba Claudia.
Claudia era muy simpática. Ella estaba muy nerviosa.
Ella estaba porque quedaban dos días para su cumpleaños.
Claudia intentaba pasárselo bien en esos dos días para que se le pasen muy, muy, muy rápido.
Cuando llegó el día de su cumpleaños ella estaba muy contenta pero sus padres estaban fingiendo como si no se acordasen.
La niña estaba muy triste. Los padres la llevaron al parque. Cuando llegó Claudia estaban todos sus amigos, titos, abuelos, primos y sus dos hermanos Rubén y María.
Se puso muy contenta. Allí había tarta, galletas... había también un payaso de gracia.
Le dieron muchos regalos.
Al final todos le cantaron el cumpleaños feliz y los padres le regalaron un perro y un conejo.
Se puso muy contenta y se lo pasó genial.
Fin
Érase una vez dos hermanos: una niña y un niño que eran nuevos en un colegio.
Todos se reían de ellos día tras día porque llevaban gafas, tenían manga larga en primavera y en verano y en otoño e invierno tirantes.
En sus clases sus compañeros eran muy chulitos.
Ellos estaban todo el día en la biblioteca.
Un día le cayó encima a cada uno un collar. Cuando le cayó un libro en la cabeza a Sofía la niña brillaba mucho y decidieron llevárselo a casa.
Luego desayunaron solos en un banco. Después se rieron de nuevo porque se iban a sus casas en patines y en la bicicleta.
Cuando llegaron a sus casas el libro llegó a las manos de Pablo.
Le dijo a Sofía:
-Vamos a leer.
Cuando leyeron, los collares empezaron a brillar. Cuando dejaron de brillar eran los más guapos del colegio estaban muy contentos tuvieron autógrafos y mucho más.
Fin
Una niña llamada Aitana, antes de dormirse, miró a la ventana y vio muchas estrellas fugaces.
Pidió un deseo. Y pidió que apareciera la mejor estrella fugaz.
Un día por la noche, la vio y pidió un viaje a Disneyland.
Un día fue a Disneyland y se hizo muchas fotos con las princesas, y se divirtió mucho y también vio a Elsa y Anna.
Fin
Érase un pájaro que siempre estaba en su nido.
Un día decidió salir del nido a explorar un poco el mundo y casi un águila gigante se lo come.
Después un cazador a punto estuvo de matarlo.
El pájaro pensó que mejor exploraría la ciudad y casi choca con unos pisos por distraído, así que decidió irse a su nido.
De camino al nido se perdió, lloró y lloró hasta que sus padres lo encontraron.
Era demasiado pequeño para irse a explorar, por eso sus padres le tenían prohibido salir del nido.
FIN
Había una vez una niña que un día se encontró una piedra.
Descubrió que era mágica. Un día la piedra por la noche trajo muchos perritos y cuando la niña se despertó se sorprendió y la piedra se puso feliz.
Fin
Érase una vez un hechicero que hizo una pócima que tardó tres días en hacerla y el último día se le derramó en un libro.
Entonces como el libro era de monstruos se convirtió en el monstruo de la última página.
El mago pensó qué haría con él y tuvo una idea.
Hizo un hechizo, se lo lanzó al monstruo y así lo volvió a meter en el libro.
Entonces se le ocurrió que podía leerlo sin peligro y cuando terminó de leerlo lo tiró a la basura para que cuando hiciera otra pócima no pasara lo mismo que antes.
FIN
Érase una vez una ballena azul que estaba tranquilita comiendo en el Océano Pacífico.
De pronto vio una sombra y se asustó porque era muy gigante esa sombra.
Y era ¡un tiburón blanco!.
La ballena, asustada, nadó muy rápido, pero como el tiburón era más rápido que la ballena entonces la alcanzó y se la comió.
Luego se encontró a otro tiburón blanco y se hicieron amigos.
Luego se encontraron a un banco de peces y se lo comieron entero.
Después se encontraron una pelota y empezaron a jugar. Se les escapó la pelota y llegó a la superficie y se les olvidó que si iban a la superficie se ahogaban.
Se fueron sin la pelota más profundo y luego subieron cuando ya estaban cansados de nadar recto y se fueron a casa a dormir.
Fin
Érase una vez una princesa que no quería ser princesa porque era aburrido.
Ser princesa solo era ser buena, sentarse bien, comer bien, estar seria, acostarse muy temprano y ella quería ser una niña normal.
Quería ir al colegio, tener amigas, jugar, correr, comer chocolate, pasear en bici, jugar al fútbol, acostarse tarde los fines de semana.
Habló con sus padres y les dijo que no quería ser princesa y sus padres le dijeron que a partir de ahora sería una niña normal.
FIN
Érase una vez unos hermanos que estaban con sus padres y se encontraron agujero mágico.
Toda la familia se metieron en el agujero y encontraron un parque de atracciones y también había chuches.
Entonces se comieron todas las chuches y se lo pasaron muy bien y volvieron al bosque.
Fin
Érase una hormiga muy trabajadora.
Se llama Támara.
¡Podía coger hasta una manzana ella sola!
Pero un día se torció el tobillo y no pudo cargar peso.
Las demás hormigas estaban muy preocupadas. Llamaron a al médico. Le dijeron que tenía que guardar reposo.
Al cabo de los días se mejoró y ya pudo volver hacer su trabajo.
FIN
Érase una vez un unicornio que estaba muy solo.
Decidió salir del país de los unicornios en busca de aventuras.
Una de las aventuras fue que se encontró con un dragón y casi lo quema entero .
Otra fue que un dinosaurio hambriento casi se la traga de un bocado y muchas aventuras más…
El unicornio muy asustado pensó que era mejor volver al país de los unicornios donde no había tantos peligros y se sentía más seguro.
Cuando llegó contó a todos sus aventuras y se hicieron muy amigos y ya nunca más se sintió solo.
FIN
Érase una vez una perra llamada Bimba.
La paseaba mucho y jugaba con ella siempre.
Un día se ensució mucho jugando.
La lavé, la tuve que peinar y hacer un toto porque no se le veía los ojos por el pelo porque era muy traviesa.
FIN
Érase una vez un niño llamado Mohamed.
Su familia iban de viaje a Madrid.
Se cambiaron y fueron a desayunar y fueron a un parque y se montaron en una barca los cuatro juntos.
Luego querían buscar algo de comer y entonces fueron a comer comida china.
Luego fuimos al coche. Habían pasado cuatro horas para llegar hasta Granada.
Luego comimos pizza y se lo pasaron genial.
FIN
Los animales volvieron pero se perdieron de nuevo.
Otra vez se preocuparon los niños.
De repente, vino un loro muy listo. El loro siguió todas las huellas de los animales desde el colegio.
Gracias al loro consiguieron encontrar a todos los animales.
Eamen estaba muy lejos.
Los animales consiguieron volver al colegio gracias al loro.
continuará...
Érase unas niñas que fueron al parque y cavaron en el arenero para ver si encontraban un tesoro.
Las niñas encontraron un mapa que las llevó a encontrar un bolso que cada vez que se lo ponían le concedía deseos como:
Conocer a sus cantantes favoritos, sus youtubers preferidos…
Pero llegó un ladrón y se lo robó y vio que no tenía nada dentro y lo tiró.
Las niñas lo recuperaron y pidieron el deseo de que no hubiera más ladrones en el mundo y el bolso les concedió el deseo.
FIN
Había una vez un árbol muy jovencito que vivía en un gran bosque.
Al árbol le gustaba presumir ante los demás árboles ya que tenía las ramas más bellas del bosque.
A los demás le molestaba lo presumido que era.
Los demás le decían que porque era tan presumido pero el árbol le decía siempre lo mismo:
-Lo que tenéis es envidia de mi belleza y de mi popularidad.
Pero un día vio que nadie le hacía caso y se dio cuenta de que no estaba bien lo que hacía.
Le pidió perdón a los árboles del bosque y a partir de entonces no volvió a ser presumido.
FIN
Érase una vez, en algún lugar de Nevada un verdadero payaso malo llamada Tricky y se encontró a Hank uno de sus enemigos y se pelearon.
Fin
