Érase un pájaro que siempre estaba en su nido.
Un día decidió salir del nido a explorar un poco el mundo y casi un águila gigante se lo come.
Después un cazador a punto estuvo de matarlo.
El pájaro pensó que mejor exploraría la ciudad y casi choca con unos pisos por distraído, así que decidió irse a su nido.
De camino al nido se perdió, lloró y lloró hasta que sus padres lo encontraron.
Era demasiado pequeño para irse a explorar, por eso sus padres le tenían prohibido salir del nido.
FIN