Érase una noche que un padre estaba con su hija mandando aviones.
Al día siguiente vinieron unos ovnis llamados ovno y ovnito.
Cuando llegó la noche, secuestraron a la niña. Se llamaba Carolina.
Se la llevaron a Saturno con sus primos y primas y se quedaron todos mirando.
Carolina se puso a llorar y el padre consiguió subir a Saturno pero el padre se dio cuenta de que se aburrían y se los llevó a su casa para que jugaron con la niña y nunca se aburrió.
FIN