Érase una vez una aldea de Senegal un niño llamado Keita.
Vivía en una casita muy humilde con sus nueve hermanos.
Era una familia muy pobre. Apenas tenían para comer y como Keita era el mayor, su padre le dijo que tenía que viajar a Europa para buscar un futuro mejor.
El sueño de Keita era ser futbolista y jugar en un gran club.
Así que cogió un poco de ropa y algo de comer e inició su viaje.
Al poco de partir vio un camión aparcado y escuchó al conductor decir que iba hacia el norte.
Pensó esconderse en el camión. Después de varios días de viaje llegó al desierto y comenzó la parte más dura del viaje.
Hacía mucho y tuvo que viajar en camello durante un mes.
Llegó a Marruecos, donde tuvo que coger una patera y cruzar el mar para llegar a España.
Cuando llegó no pudo evitar llorar por lo duro que fue el viaje.
Ahora podía cumplir su sueño de ser futbolista.
Acabó jugando en el FC Barcelona y con el dinero que ganó pudo traer a su familia con él, viviendo todos juntos muy felices.
FIN