Érase una vez una niña llamada María. María era simpática, amable y buena persona.
María le dijo a sus padres si podían abrir una 'PASTELERÍA'.
Los padres trabajaron para sacar dinero y abrir la pastelería.
La niña ayudó a los padres para sacar dinero.
La niña creció y los padres le dio el dinero a María.
María se compró una casa, un coche, una moto, un gato, un perro, montones de cosas que le gustaban y estuvo muy feliz.
FIN