Se llamaba así porque tenía mucha paciencia.
Paciencienta no quería ser una princesa porque su padre nunca la dejaba ir fuera del reino.
La princesa lo había probado con todo: cantando, llorando, tartamudeando, gritando, con instrumento…
Pero su respuesta siempre era la misma, no cariño, es peligroso.
Llegó una noche de lluvia de estrellas el rey conoció a una señora.
Después de una semana le pidió ser novios y su respuesta fue sí.
Al cabo de dos meses el rey le pidió matrimonio, su respuesta fue…
Continuará…