Érase una vez una niña y un niño.
A ellos no les gustaba estudiar.
Un día jugaron al sí o no y la pantalla se puso a brillar. Tocaron la pantalla y se metieron al juego.
¡Plum!
Sonó un ruido y se dieron cuenta que estaban en el juego y había dos pantallas una que decía:
Una que decía sí y otra que decía no. Entonces...
Continuará...