Érase una vez un huerto.
Un abuelete llamado Martín plantaba todo tipo de hortalizas.
Un día hubo un fallo y una lechuga salió morada.
El abuelete Martín se sorprendió y no dejó de mirarla.
Un día decidió probarla y vomitó tres horas.
Al final destrozó la lechuga y no infectó su jardín de hortalizas
FIN