Un día yo estaba picando un huevo de Minecraft.
Mi madre me llamó para merendar. Cuando terminé fui al salón y...
¡el huevo no estaba!
Era un dragón de Ender y nos hicimos amigos.
¡Era mi mascota!
Mi casa estaba en el campo y cuando volvía del colegio salíamos a jugar.
El dragón come carne de conejo cocinada y el dragón escupía fuego y ya estaba su comida hecha.
Crecía, crecía y crecía y era muy grande.
Aprendió a volar y yo me subí a su espalda y volábamos juntos.
Un día fuimos a Rusia y paramos la guerra.
Y Rusia se fue de Ucrania porque se asustaron.
Continuará...