Unos niños jugaban en el parque con la pelota blanca y azul.
Mientras, papá vigilaba sentado en el banco del parque.
Uno de los niños lanzó la pelota tan alto que ya no se veía y al bajar era de otro color.
Todos los niños se quedaron sorprendidos, no sabían que pasó. Uno de los padres cambio la pelota. ¡Qué travieso!
Fin