Érase una vez un gato que estaba sentado en su sillón y el gato dijo:
-¿qué puede ser? -Diciendo el gato
Respondió:
-¡voy a ser detective!
Espiaba las casa de la gente pero pusieron quejas del detective y el gato se escondía porque venían con antorchas.
Prometió no ser detective nunca más.
FIN