Érase una vez un copito de arena que los demás copitos de nieve se reían de el copito de arena.
El copito de arena se sentía ofendido y se fue con sus maletas a otro sitio y se compró una equipación del Barcelona: botas de fútbol, etc.
Fue a jugar al fútbol con otros copitos de nieve.
Le llamaron y le dijeron:
- ¡perdón por reírnos de ti! Vuelve, no nos reiremos de ti.
Copito de arena volvió con los copitos de nieve y echaron un partido de fútbol, como amigos.
FIN