Érase una vez un niño que se llamaba Adrián.
Tenía una granja y había todo tipo de animales.
Tenía dos cerdos, un caballo, muchos gallos y gallinas, un perro guardián que protegía sus animales cuando él no estaba.
Adrián cuidaba muchos sus animales. Cuidar de la granja es mucho trabajo ya que hay que darles de comer y tener todo muy limpio.
Pero Adrián es feliz porque los ama.
FIN