Érase una vez una niña llamada Martina.
Un día en el cumpleaños de su prima Jessica le regalaron un conejo gris que tenía menos de quince días.
Ella se puso a gritar se lo llevó a casa de su tía porque ¡hacían fiesta de pijamas!
Martina durmió con Luna que era el conejo.
Al día siguiente vino su madre a recogerlas y se llevaron a Luna a su casa.
A Martina le encantaba tener un conejo en su casa le compraron una jaula, un bebedero... se lo pasó genial con su nueva mascota.
Espero que os haya gustado porque continuará...