Érase una vez una niña que vivía en Madrid donde había muchos edificios y nada de naturaleza.
Esta niña se llamaba Carlota y echaba de menos visitar el pueblo de sus abuelos.
Un día sus padres le dieron una sorpresa, era que se iban a la casa de sus abuelos.
Cuando llegaron encontraron a su abuelo haciendo un agujero y Carlota le dijo:
-¿Abuelo qué haces?
El abuelo le respondió:
He comprado unas semillas mágicas y quiero ver si funcionan ¿Me ayudas? --Sí, respondió Carlota.
Entre los dos sembraron las semillas. De repente empezó a crecer un árbol precioso, salió decorado.
¡Era muy muy bonito!, tenía luces y muchos adornos, era el árbol de Navidad más bonito que Carlota había visto en su vida. Se puso súper contenta.
FIN