Érase una vez una niña que le regalaron una cajita con cosas para hacer pulseras de gomas.
La niña no sabía hacer, porque nunca lo había probado.
Le pidió ayuda a su prima mayor y juntas aprendieron a hacerlas.
Las hacía súper bonitas y todos sus familiares querían una y la niña le encantaba hacerlas y les hizo también a sus amigas.
Tanto le gustaba que estaba pensando en pedirle otro juego de hacer pulseras a los Reyes Magos.
FIN