Teníamos que buscar a Eamen. Daniela le dijo al loro que lo buscara. El loro lo encontró en un puente.
El maestro estaba muy contento.
El director del colegio, D. Ramón, puso una valla en todo el colegio para que no se escaparan los animales.
Los niños y niñas estaban más tranquilos y se pusieron a trabajar con matemágicas.
Tenían mucho trabajo. Empezaron con las centenas: 100, 101, 102, 103, 104… ¡Qué lío!
Continuará...