Érase una vez un padre y un niño que estaban jugando.
De repente vieron un camino no muy colorado.
El padre caminó hacia el camino y el hijo le siguió tras el camino.
Se encontraron un castillo y de repente el padre se convirtió en lobo y el hijo se convirtió en perro.
Los dos estaban muy asustados y cuando iban por la calle la gente se asustaba y también cuando entraban a casa se les quitaba el efecto de lobo y perro.
Cada vez que un ladrón cuando robaba los dos le detenían.
Y cuando iban a el castillo pedían comida y la ciudad no sabía la identidad secreta de él lobo y el perro. Así que cada vez que iban a dormir cerraban los ojos para quitarse el efecto de el lobo y el efecto del perro. Así que estaban muy muy felices y tranquilos de su efecto.
FIN